ALEMANIA DESCUBRE A UN SEGUNDO PRESUNTO ESPÍA AL SERVICIO DE EEUU
* La policia efectúa registros tras las sospechas de infiltración en el Ministerio de Defensa
* La captura de un agente doble enturbia las relaciones entre Berlín y Washington
AGENCIAS/EL PAÍS/BERLÍN/MADRID/9 JUL 2014
Merkel, durante la reunión del Consejo de Ministros de hoy. / WOLFGANG KUMM (EFE)
Las autoridades alemanas están investigando un segundo caso de espionaje para Estados Unidos, tras la detención la semana pasada de un alemán de 31 años acusado de trabajar al mismo tiempo para los servicios secretos de su país y para los de EE UU. La fiscalía federal alemana y el departamento policial de lo criminal han confirmado este miércoles que se han efectuado registros en un domicilio particular y en oficinas de Berlín tras descubrir a este nuevo espía al servicio de EE UU. En esta ocasión se apunta a un empleado del Ministerio de Defensa, que ha confirmado que se están realizando investigaciones “en torno” a este organismo.
Según apunta el Frankfurter Allgemeine, ello implica que las pesquisas afectan no solo al ministerio, sino también al Ejército y a los servicios de inteligencia militar, que habrían destapado este segundo caso de espionaje. Informaciones coincidentes de las televisiones públicas NDR y WDR, así como de la edición digital del diario Süddeutsche Zeitung, apuntan que la operación tuvo lugar en la capital y en sus inmediaciones.
La fiscalía federal confirmó los registros, pero rehusó ofrecer detalles con el argumento de que la investigación continúa abierta, mientras que la canciller, Angela Merkel, declinó en una rueda de prensa pronunciarse. No obstante, Merkel explicó que los organismos de control del Parlamento alemán serán informados del asunto, sin que ello implique por su parte una confirmación de la noticia, puntualizó. A preguntas de los medios, la canciller sí confirmó sin dar detalles que en los últimos días ha habido “conversaciones” con Estados Unidos.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, añadió al Frankfurter Allgemeine que los indicios deberán confirmarse antes de decidir posibles medidas, pero subrayó que el asunto es “muy serio”. Además, advirtió de que las “profundas diferencias” con EE UU en torno al espionaje afectan a la “confianza” entre gobiernos.
De acuerdo con las informaciones de la prensa alemana, el sospechoso habría realizado acciones de espionaje para EE UU. El Ministerio de Defensa no ha aclarado si se trata de un soldado o civil, pero ha destacado también que se toma el asunto “muy en serio”. Se espera que este mismo miércoles el sospechoso, que no ha sido detenido, preste declaración la fiscalía.
Esta noticia sigue a la detención, la semana pasada, de un agente alemán que trabajaba en la central de los servicios de inteligencia en Pullach (Baviera) y que estaba en contacto con la CIA desde dos años atrás. El sospechoso supuestamente filtró a Washington documentos de la comisión parlamentaria que investiga el escándalo del espionaje masivo de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
El embajador de EEUU en Berlín, John B. Emerson, fue convocado la semana pasada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y, según medios alemanes, este martes compareció de nuevo ante ese departamento para abordar el asunto, que amenaza con tensar aún más las relaciones entre ambos países. Las autoridades alemanas estiman que este segundo caso de espionaje es todavía más grave que el primero.
El escándalo por la detención del espía estalló la semana pasada cuando el Gobierno alemán parecía decidido a pasar página de las escuchas al móvil de la canciller Angela Merkel -destapadas por las filtraciones del exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden- y a recuperar las buenas relaciones con Washington.
Merkel fue informada de la detención el mismo día que mantuvo una conversación telefónica con el presidente de EE UU, Barack Obama. Según el New York Times, Obama no había sido informado del arresto del espía cuando mantuvo la conversación con Merkel, que optó por no abordar el tema. La Cancillería calificó de “muy grave” el suceso y los socialdemócratas, socios en el Gobierno de gran coalición, exigieron explicaciones inmediatas.
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